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Ir de compras por Barcelona
Barcelona es una de las ciudades del mundo con más vida. Y es que hasta planes tan cuotidianos como ir de compras, se pueden convertir en auténticas aventuras.
Salgo de casa con el carro de la compra y unas zapatillas cómodas y lo primero que oigo es el rugido de 100.000 almas cantando al unísono. Es tarde de partido en el Estadio Camp Nou. Sigo caminando por la Travessera de les Corts, bajo por la calle Numància y entro en el Mercat d’Autors de Ametller Origen. Allí compro unas frutas y verduras de temporada y unos quesos selectos que me llaman la atención.
Hace una tarde bonita y decido pedir que me traigan la compra a domicilio para poder seguir con mi caminata. Salgo otra vez hacia la calle Numancia y me dirijo a la plaza Espanya. A medida que me acerco veo como si el Museu Nacional d’Art de Catalunya me vigilara desde las alturas custodiado por las Torres Venecianes. La inercia me lleva a las primeras calles del Raval y mientras esquivo los skaters de la plaza del Museu d’Art Contemporani de Barcelona me adentro en el corazón del barrio.
Me dejo llevar por los aromas de las tiendas orientales y no puedo evitar comprar un sobre de especias para cocinar. De repente me choco con el Gran Teatre del Liceu, cruzo las ramblas y me adentro en el Gòtic. Las baldosas húmedas y un par de carnicerías halal me conducen hacia Via Laietana, la cruzo y entro en el Born que está lleno de gente disfrutando de sus terracitas llenas de personalidad. Me quedo embobado con el aparador de una heladería y sigo caminando pasando por el Museu Picasso de Barcelona, luego por el Mercat de Santa Caterina hasta llegar a la calle de Sant Pere Més Alt donde me cruzo con el Palau de la Música Catalana.
Mis pasos me hacen llegar a la Basílica de la Sagrada Família, que hace recordarme de la Casa Batlló, La Casa Milà (La Pedrera) y el Parc Güell. De repente me vibra el móvil. - ¿Quieres hacer unas patatas bravas al lado de la playa de la Barceloneta? – Acepto el plan y cojo un taxi hacia el Casino de Barcelona donde he quedado.
Horas más tarde llego a casa y ya me han traído la compra. – Que cómodo es comprar en Ametller Origen – pienso.